Preciosa, aquel beso en la boca casi me hizo enloquecer

miércoles, 4 de enero de 2012

Día tres. No siempre el infierno está bajo tierra.


Estoy otro día más aquí, en este estúpido hospital, contandote como me ha ido el día. Estás en la misma posición de siempre, con los ojos cerrados, y eso a mi me desespera. Llevo más de ocho meses sin tí, sin que des una señal de vida. ¡Una única señal! Y mis esfuerzos por venir aquí cada día, no sirven de nada. No te das cuenta, pero daría toda mi vida por ser yo el que esta en esa cama. Daría todo lo que tengo por haber cogido yo el coche aquella mañana, pero ahora todo carece de importancia; eres tú la que estás ahí, y yo intento aceptar lo inevitable.
-Señor Álex, quería hablarle del estado de la señorita Amanda Reyes.
- Sí, muy bien.
-Pues como bien sabe llevamos ocho meses sin una señal o una respuesta por parte de su mujer.
-Lo sé, por favor siga.
- Está bien, lo que quería decirle es que hay un 96% de posibilidades de que Amanda no vuelva a despertar. Debe de estar preparado para lo peor.
-¿QUÉ ESTÁ DICIENDO? ¿QUE LA VA A DESENCHUFAR DE LA MÁQUINA? ¡ME CAGO EN SUS MUERTOS! ME SUICIDO AQUÍ MISMO, SE LO JURO. -agarré un bisturí que estaba encima de la mesa.
-Tranquilicese, por favor, no haga ninguna tontería, nadie la va a desenchufar, relajese.
sSalí corriendo de allí, y no sé que me pasó pero cuando desperté estaba en una sala del hospital y una enfermera estaba cambiando un líquido raro que me estaba metiendo por vena.
-¿Que hago aquí? - respondí entumecido y asustado.
-Señor, salió corriendo del hospital y una ambulancia lo atropelló.
- ¿Qué? No recuerdo nada...
- No se preocupe, está bien. Las heridas son leves. Pero, ¿me podría decir una cosa?
-Por supuesto.
- Tiene que darme el teléfono de alguien, no puede pasar la noche solo y hemos hablado con sus familiares, pero no podían volar hasta aquí esta noche.
- Muy bien, llame a Andrea. Mi móvil estaba en el bolsillo de la chaqueta, y la chaqueta está en la habitación 226.
-Perfecto, no se preocupe por nada, y descanse.
"Amanda, estuve junto a ti durante tres segundos, te pude sentir, ahora sñe que no estás muerta, que vas a volver, y que todo este dolor que ahora siento se irá con tu llegada; vuelve...", y con ese último pensamiento me quedé dormido.

No hay comentarios:

Publicar un comentario