Preciosa, aquel beso en la boca casi me hizo enloquecer

sábado, 14 de enero de 2012

Día 343. Monotonía bañada en ojos verde esmeralda


Ya no sé ni cómo empezar esto, resulta absurdo después de tanto tiempo, pero aquí estoy yo, sentado en un escritorio de un apartamento de Londres (del centro, para ser más exactos), mirando por una ventana que me deja ver el tránsito de las personas por las calles, el tráfico denso , y unas nubes que parecen indicar que mañana habrá que salir con paraguas. Bueno, dejo de delirar. Vuelvo a sentarme a escribir una vez más porque después de casi un año, al fin, tengo algo que contar. Pero primero resumiré brevemente este tiempo aquí, en Londres.
Lo resumiría casi totalmente con una palabra: "monotono". No conozco a nadie, y aunque penséis eso de: "en ocho meses pudiste conocer a mucha gente." Os diré: Trabajo ocho horas en los artículos que debo enviar a Barcelona, y paso tres,cuatro o cinco horas en el hospital esperando. Sí, esperando. Una espera de algo que no llega; una espera agotadora; una espera en vano. Y así, todos y cada uno de los días, mañana en casa y tarde en el hospital. No salgo nada más que a hacer la compra, y eso que cada vez controlo mejor el inglés. Pero bueno, todo carece de importancia, el caso es que hace un par de meses conocí a Diane. Un amigo me invitó a dar una conferencia en la universidad, ¡y allá fui!, con mi traje azul marino. Y es que tiene tanta razón Barney Stinson con eso de: ¡Ponte traje!... Bueno, el caso es que allá me fui todo decidido a dar una charla a una centena de veinteañeros sobre el periodismo. Se supone que con mis años de práctica y mi carrera sabría que decir. A decir verdad teoricamente el periodismo es muy fácil de describir, pero cuando te metes en opiniones se tuerce la cosa. Para mi el periodismo (o escribir, básicamente), es el modo más rápido de reflejar mis más reconditos escondites. Es una manera de huír de una realidad que agobia, aprisiona, y ahoga a otra diferente, a una hoja en blanco. Una hoja en blanco, alias: un principio. Ah, por sí se me había olvidado comentaros, odio sobre todas las cosas los finales; a decir verdad nunca dejo que una canción acabe del todo por miedo a escuchar los últimos acordes o las últimas notas. Me entristece la sensación de que algo se acaba, o muere. Bueno, pues dejandome de tonterías, allí estaba yo, más nervioso que nunca, hecho un flan. Pero todo transcurrió bien, salvo alguna pregunta que otra... Al final una chica morena, alta, de ojos verdes se me acercó sonriendo cuando ya no quedaba nadie en el auditorio.
- Mr Alejandro, thank you for all. Would you like to come with me to get coffee?
- Oh yes. But, one question... What's your name?.-mi inglés aunque mejorado en la pronunciación seguía siendo muy básico en la sintaxis.
- My name is Diane. Remember it because you will never forget me.
Sincermente, no entendí nada de lo que dijo en su última frase , hasta después de dos horas...

2 comentarios:

  1. eeeh cuando subes otro capitulo, o ya se termino:O?

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  2. No, no se terminó pero por exámenes no hubo mucho tiempo, espero retomarla este verano :)

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